jueves, 30 de diciembre de 2010

Carta de un niño pobre a Santa Claus


Querido Santa Claus:

Le escribo esta carta porque ya empieza diciembre y se oye hablar mucho de usted y de la Navidad por todos lados. La televisión muestra los centros comerciales y las calles céntricas de la capital llenándose de guirnaldas y luces. Los altoparlantes difunden música en las esquinas. No quisiera ofenderlo, pero tengo que compartir con usted que para mí y para centenares de millones de niños en América Latina, África y muchos otros países de Oriente, éste es el peor momento del año. Y eso que el resto del año ya es un calvario.

Pero no se asuste, no le escribo para pedirle muchas cosas. Sobre todo, no le pido objetos. Yo sólo quiero que me regale el tiempo necesario de leer esta cartita. De todos modos, sé que tiene un trineo bastante pequeño y seguramente es por eso que nunca pasa por estas zonas rurales. De hecho, ¿cómo podría pasar, si aquí jamás hubo nieve? En el continente donde nací, para mi desgracia o no, más de la mitad de las personas estamos padeciendo hambre. No quisiera molestarlo con estas cosas en pleno diciembre, pero tengo que decirle que morimos diariamente (en estas condiciones no tendría mucho sentido decir que vivimos) con el equivalente de un dólar. Ojo, no lo digo yo, lo dice gente muy seria que pasará unas excelentes Navidades. Lo primero que yo quisiera que me regalara es una explicación de lo siguiente.

Por un lado, me dicen que nuestros países, como los africanos, son productores de insumos básicos, materias primas y alimentos. Por otro lado, los organismos internacionales dicen que sobran los alimentos para que todo el mundo coma lo suficiente. Entonces: ¿Por qué nosotros nos estamos muriendo de inanición? Es por eso que yo no le escribo para pedirle juguetes, porque tenemos otras urgencias. Mucha gente dice que hay que regalarles juguetes a los niños en Navidad, por eso de la fantasía, de la emoción. Cada año -y una sola vez por año- se organizan grandes entregas públicas de regalitos de plástico, peluches, muñequitas rubias y de ojos celestes, pero nosotros tenemos el color de la tierra y el estómago vacío.

Lamentablemente, no podemos comernos los juguetes. Lo que hacemos es tratar de venderlos y comprar comida. Por las cadenas de televisión de mi país están pasando todo el tiempo anuncios para que los padres compren regalos de Navidad a sus hijos. Cada año es igual. Son juguetes fabulosos, de colores brillantes, funcionan con pilas, tienen luces y emiten sonidos....¿Quién los puede comprar? Yo sospecho que hay quien los compra, porque sino no habría publicidad. Por eso, me parece que todo esto tiene poco de fantasía y mucho de comercio.

Usted, que según cuentan comenzó siendo un obispo de Asia Menor que tenía por misión principal defender a los niños, ¿No se siente ultrajado ahora? Tengo algunos indicios sobre quién puede comprar juguetes tan caros.

Parece que cuanta más gente pobre hay, más dinero se reparten los ricos.

Es decir, cada vez hay menos manos para más dinero. Pero Santa Claus, fíjese qué peligroso, porque al mismo tiempo cada vez hay más manos pobres que sólo pueden agarrar garrotes. ¿Usted que sabe leer, lee los periódicos? Se está hablando mucho de corrupción últimamente en mi país. ¡Es impresionante ver lo que ganan políticos y dirigentes gubernamentales! Yo ni si quiera he ido lo suficiente a la escuela como para poder contar tanta plata. Sólo sé que son muchos números. Es extraordinario que ellos mismos decidan los aumentos de sus propios salarios. Lo más bochornoso de todo, es ver cómo encuentran maneras de justificar estos aumentos. Y en mi país tienen la extrema delicadeza de anunciarlo cuando está por llegar Navidad. A la vista de todo el mundo. Trato de entender: ¿Será que no les alcanza para comprar los regalos que aparecen en los anuncios de la televisión? Seguramente sus hijos les estarán reclamando y ellos, pobres, sin poder satisfacerlos. Qué triste, ¿verdad? Sincerémonos un momento, pongámonos en su lugar, con tantas obligaciones y encima tener que andar justificando sus descomunales salarios. ¡Los periodistas los molestan con tantas averiguaciones y preguntas! Después hasta culpa del pueblo va a ser cuando no hagan lo que anunciaron que iban a hacer, reducir la pobreza. Van a decir "no nos dejaron gobernar", o "me entregaron el país en bancarrota". ¿No resulta extraño que a pesar de estar en quiebra el país, como dicen, todos se peleen tanto por gobernarlo?

Como a ellos, a mi mamá tampoco le alcanza el dinero, pero no para los regalos, sino para la comida. Nosotros le pedimos, pero nos dice "no tengo". Ella, sin embargo, no puede aumentarse el salario. Por eso en mi país tenemos que trabajar desde los cinco años. Hacemos todos las tareas que se puedan imaginar, y también aquellas que cuesta imaginar. No vea usted Santa Claus lo que uno pasa. Si por lo menos alguien pudiera regalarme una buena máscara, porque a veces hasta me toca manipular insumos tóxicos, o estoy en las plantaciones cuando pasa la avioneta desparramando insecticidas. No quiero detallarle otras cosas que tenemos que hacer para poder medio comer, me dirían terrorista por estar arruinándole la Navidad.

Santa Claus, tengo una idea: ¿usted no podría regalarme un mundo donde no haya políticos corruptos y empresarios insensibles? Y no me refiero sólo a los que están en nuestros países, sino a los de los países ricos también. Porque todos están de la mano. Y la mano del más rico abre y cierra las puertas por donde pasan los políticos y empresarios de mi continente. O quizá, si repartiéramos entre todos un poco de lo que ellos ganan, tendríamos el estómago menos vacío y podríamos pensar en jugar, hacer deportes, y seguramente no estaríamos tan enfermos. Así, la calle dejaría de ser una escuela de secuelas. Me doy cuenta que, en otras palabras, le estoy pidiendo que me regale eso que llaman otro orden económico, político y social internacional. Como quien diría, otro mundo. ¿Otro mundo es posible?

Eso sería como decir, empecemos de vuelta, pero empecemos bien. Es demasiado pedir, ¿verdad? Además, si usted quisiera hacerle un regalo como ése a los pueblos empobrecidos, ¿quién financiaría? No sería fácil convencer a los gobernantes de países ricos. Dije que no le iba a aguar la fiesta, pero no puedo, estoy desesperado. Escuche esto: en la década pasada, la mitad de los civiles muertos por guerras eran niños. O esto: cada día mueren 30 mil niños de hambre y de enfermedades curables. Y esto otro: cerca de mil millones de niños trabajan para subsistir. Se me está escapando la mano. Podría darle los índices de mortalidad infantil, de ausentismo escolar, de esperanza de vida, de inequidad de ingresos, de falta de oportunidades...

Mire Santa Claus, el panorama es por demás triste. Usted que viene en su trineo repartiendo regalos, me parece que, definitivamente, no lee los periódicos.

O quizá llega de otro planeta. Eso es posible. O si no, como tantos políticos y empresarios, aunque usted vive en el mismo mundo que yo, piensa como si viviera en otro. No sé, me digo todas estas cosas porque no alcanzo a entender. ¡Me queda tanto por decirle! Pero estaría abusando de su tiempo.

Espero que no se sienta ofendido y se dé su vueltecita en trineo. Aunque, sé que tiene un argumento imparable: ¡Usted es fuente de empleo! Dicen que a los que crean empleo no hay que molestarlos. ¿Cree que si yo hubiera podido ir a la escuela, entendería todas estas cosas y no estaría molestándolo a usted ahora? Quién sabe, porque he oído por ahí que a veces entiende mejor el corazón que la mente...

Atentamente, uno niño pobre entre centenares de millones

Texto de Carlos Powell

martes, 14 de diciembre de 2010

LA CHURECA


La Chureca es el basurero municipal más grande de Nicaragua, situado en Managua a orillas del Lago Xolotlán. La chureca, es el nombre de unos de los lugares más deprimentes que se puedan ver, 42 hectáreas de pobreza, tristeza y peligro en todos los sentidos. Nadie puede imaginar cómo es un basurero donde llegan cientos de toneladas de desperdicios al día, hasta que se vive en vivo y en directo. Tiene un aspecto desolador, de inmediato se puede percibir que tan grande es la contaminación en ese punto que encima de esas grandes montañas de basuras en donde llegan a parar hasta desechos de hospitales se observan a miles de zopilotes, aves de rapiña, sobrevolando el territorio, la escena es devastadora y el mal olor es, en ocasiones, insoportable.

Aunque parezca increíble existe una población que habita en ese mismo lugar en condiciones deprimentes, con casas hechas de plásticos, pedazos de metales, cartón o cualquier objeto que le pueda servir para construir un techo en donde refugiarse por los calurosos días y las peligrosas noches y que durante años ha vivido de "churequear" en ese lugar. La población está vinculada a la labor de recolección y clasificación de basura. Este vertedero expone potencialmente a los ¨recogedores¨ de basura a enfermedades o cualquier amenaza con sustancias contaminantes u objetos peligrosos de manipular, ya que las personas que se encuentran en este basurero nunca podrán saber lo que les depara a la llegada de cada camión de basura que les entrega día a día las toneladas de desechos de la capital, a esto se suma el actual peligro de volar por los aires mientras prenden fuego a los desperdicios al lado de unos gaseoductos que emiten metano para sacar los productos más cotizados, metales.

Es deprimente ver como criaturas trabajan en la basura, esperando encontrar desechos de papel, plástico, aluminio y todo lo que pueda ser medianamente rentable para vender o para uso personal en vez de estar en una escuela y educarse, estén en un botadero lleno de contaminación, sin aprendizajes algunos, llenos de agresiones de parte de los mayores que también esperan beneficiarse de los desechos.

La cooperación española es una importante fuente de esperanza para los habitantes de la Chureca, la ayuda que estos brindan es importante ya que actualmente se puede observar en el mismo sitio el comienzo de sellado del vertedero y la construcción de 225 viviendas que se destinarán a las personas que habitan en este lugar, así mismo se construirá una planta procesadora de residuos que ayudará positivamente a que este núcleo urbano tenga un mejor aspecto y lo más importante: que cientos de niños trabajadores estén donde siempre debieron de estar, en las escuelas, parques, teniendo unas viviendas dignas y en un lugar donde se les brinde salud y bienestar.

OMETEPE, TIERRA PROMETIDA

Bajo el cielo azul de Nicaragua,
en el mar dulce del Cocibolca
hay una isla con dos volcanes
un paraíso verde de paz
donde el que llega
siempre regresa


Ometepe es un lugar mágico, ubicado dentro del gran lago de Nicaragua, o mar dulce como lo llamó Colón. La isla cuenta con dos volcanes(Concepción y Maderas) que se pueden observar recién entras en Nicaragua desde Costa Rica.

En Ometepe convivimos durante tres días con una familia de la comunidad indígena de Urbaite, una comunidad verdaderamente alegre, nos lo demostraron desde nuestra llegada, para la bienvenida nos tenían preparada una gran fiesta. Después de bailar, junto a Lola y ayudadas por la famosa Massiel, ataviadas con el traje tradicional de la zona, un baile típico del lugar  (el cual no tuvimos que bailar muy bien, pues nos felicitaron por el precioso baile español)  llega el momento de conocer a mi "mamá", Teresa.

Desde la primera noche empecé a tomar contacto con la población. Chico, el papá de Borja vino a recogerme y los tres fuimos visitando a algunos amigos. Sentados en casa de Ramón (padre de Lola) nos cuenta la historia de Chico Largo, una historia que ha pasado de generación en generación y que es parte de la cultura de este grupo indígena de Urbaite.

Al día siguiente me dirijo con el resto de compañeros a la finca de la Magdalena desde la que iniciaremos la subida al volcán Maderas. Mis "padres" y demás vecinos del lugar nos avisan de que el reto es duro, que la subida es bastante escarpada y que tenemos que caminar durante unas cuatro horas, pero nada parece asustarnos. Iniciamos el camino y pronto empezamos a acordarnos de aquellas palabras, la subida es horrible,algunos compañeros se quedaron en el camino. En muchos momentos me arrepentí de haberla iniciado pero tenía que continuar. Llegamos a un mirador después de unos dos kilómetros recorridos, ecuador del camino, donde nos comentan que ahora la cosa se complica, que el camino escarpado empieza a ser un barrizal y debemos andar con cuidado. Sobre el kilómetro cuatro empecé a maldecir a aquel volcán infernal, las piernas cada vez me respondían menos y el barro me llegaba a la cintura. Después de tres horas y media por fin conseguimos llegar al cráter, cubierto por una inmensa laguna. Allí paramos a comer (mamá Teresa me ha preparado unos ricos filetes con patatas asadas y, como no, gallopinto), poco a poco se me van calmando los humos pero no consigo disfrutar del paisaje, no se me va de la cabeza que en un ratito tenemos que deshacer el camino andado. La bajada fue menos dura físicamente pero debíamos tener cuidado de no morir en el intento, pues el riesgo de resbalar era grande. Por fin conseguimos bajar, Rigo nos espera para llevarnos a Urbaite, al llegar a casa mi "mamá" me quiere hacer un masaje en las piernas para que me descansen, pero opto mejor por tomarme un ibuprofeno.
En la noche pude platicar un poquito con Judith, mi hermana mayor. Ella es maestra y me cuenta algunos aspectos basados en su experiencia.


A la mañana siguiente, después de desayunar, Paola, otra de mis hermanas, me acompaña a conocer la comunidad, por el camino vamos visitando a más compañeros. Entramos en una impresionante casa, no me imaginaba una casa así en aquel lugar. Era la casa de la tía de David y Nidia, una mujer que se ganaba la vida como abogada y que suscitaba cierta envidia en la comunidad. Su casa, además de tener de todo, contaba con un hermoso museo de petroglifos, unas rocas de la zona, de arte rupestre y esculpidas hace alrededor de 300 años después de Cristo con las que los indígenas expresaban sus ideas y sus creencias; por medio de ellos se observa que sus ancestros Chorotegas y Niquiranos ya tenían un elevado grado de organización y avance cultural. Muchos aficionados y estudiosos los han interpretados como símbolos religiosos según sus formas: los de forma geométrica, lo relacionan con los astros, los Antropomorfos y zoomorfos, con los dioses, los círculos y espirales, con la eternidad y el paso del ser humano a esa otra dimensión. Después de visitar aquel museo vamos a casa de Ico, que nos ofrece un rico coco recién cogido.

Nuestra visita a Urbaite termina en la casa del alcalde, donde todos nos reunimos para hacer la evaluación y despedirnos de las familias. de nuevo he podido darme cuenta de la humildad y cercanía que caracteriza al pueblo nicaragüense. Antes de irnos todos nos hacemos una promesa ante un árbol, esperemos que podamos cumplirla.

lunes, 13 de diciembre de 2010

EN EL CINTURÓN DE LA MISERIA

La mañana del miércoles la pasamos visitando cuatro comunidades campesinas en las que sus gentes pasan los días ingeniándoselas para sobrevivir.
En las afueras de Managua, muy cerca del lago Xolotlan, se asienta la comunidad de Chagüite, cuarenta y seis familias asentadas a los márgenes de un camino después de que las lluvias del invierno y las crecidas del lago les hiciera perder sus casas, tierras, ganado e incluso familiares. Con unas cuantas uralitas construyen la que, no saben por cuanto tiempo, será su nueva comunidad, una comunidad "en el camino" sin agua potable ni luz. Cuando comienzas a escuchar el terrible drama que sufren estas personas, cuya situación no se acerca ni de lejos a la vida digna que toda persona se merece, es imposible esconder las lágrimas.
Su problemática es dura, el gobierno ha intentado ayudarles ofreciéndoles un albergue mientras analizaban alternativas para solucionar el problema pero esa no era una solución viable, allí no tenían cabida sus animales, de los cuales viven, por lo que esa solución no se adecuaba a sus necesidades. Se les tendrían que ofrecer nuevas alternativas de supervivencia, nuevos modos de vida que no dependan de la ganadería ni la agricultura. Ellos proponen comprar un terreno al lado de donde se encuentran asentados, parece una solución sencilla, un nuevo lugar próximo a donde han vivido durante toda su vida y donde descansan sus muertos, en el que pueden continuar con el mismo sistema de vida, pero esta no parece ser una solución convincente para el gobierno, que cree que no se solucionaría el problema de forma definitiva pues la zona está aún cerca del lago y las probables crecidas pueden devolverles a la misma situación, sería pan para hoy y hambre para mañana.

Aún no recuperamos nos dirigimos a la comunidad del aceituno, una realidad muy diferente a la anterior. La organización de esta comunidad se basa en la buena gestión de las 40 socias de la cooperativa "Divino Niño", que con ayudas del Estado, como el Bono Patio o el Bono Típico, su trabajo diario y una buena capacitación han conseguido sacar muchos beneficios y ayudarse entre ellos (intercambiándose semillas, pollos...), un bono se extiende a diferentes familias, incluso poseen un fondo con el que ayudar a aquellos que lo necesiten o invertir en nuevos proyectos para la mejora de la producción. La organización en cooperativa les facilita la vida, pudiendo llevar a cabo incluso un proyecto de alfabetización con ayuda del MINED y el apoyo de las cartillas "Yo sí puedo", así siguen su pequeña lucha contra el analfabetismo.

La Curva es el nombre de la tercera comunidad que visitamos, un barrio en el que conviven unas 700 familias, de las cuales sólo un 10% de la población está empleada. Con el esfuerzo de todos han conseguido llevar a cabo diferentes proyectos, como la construcción de una escuela (aún sin terminar) a la que asistan los más pequeños pues la escuela que tienen asignada se encuentra a 2 kilómetros de la comunidad y el traslado es difícil ya que no tienen recursos para costearse el autobús. Su pensamiento se basa en que "sólo el pueblo salva al pueblo" como dice José Ignacio Lazo, coordinador del barrio.

Nos dirigimos a la última comunidad antes de ir a comer, a La Montañita. Nos reciben en la iglesia bautista, que sirve también como escuela y lugar de actos públicos. Unas veinte personas, nos expresan los problemas que afectan a su producción. A pesar de tener una gran extensión de terreno y encontrarse sobre una de las más grandes capas freáticas de toda Centroamérica, tienen falta de agua. No tienen título de propiedad de las tierras, esto no les permite solicitar créditos de ayuda para implementar la producción de sus cultivos. La falta de organización les dificulta solucionar estos problemas, cada uno se las apaña por libre.

"La Gritería"

El 7 de diciembre es un día muy especial para los  y las nicaragüenses, tanto que a Omar Cabezas, Procurador de Derechos Humanos de la República de Nicaragua (lo que en España sería el Defensor del Pueblo), se le olvidó que tenía que venir a visitarnos. 
Después de una hora de espera, Omar nos habló de la figura del ombusman (defensor de los DD.HH) a nivel internacional y nos hizo una reseña histórica sobre la Declaración de los DD.HH. y de las distintas violaciones de los mismos por parte de los EE.UU hacia América Latina. "Nosotros no somos países pobres, muchachos y muchachas, somos países ricos. En todo caso, somos países que nos empobrecieron" "a raíz de esto llegaron los problemas a América Latina", "el hambre es mala consejera" nos decía.
En la rueda de preguntas se trataron diferentes cuestiones, en cuanto a religiosidad en las escuelas, las zonas francas... pero el tema más debatido fue el relativo al aborto terapéutico, derecho que no contempla la constitución de Nicaragua pero que muchas mujeres practican acogiéndose al reglamento de salud.

La tarde la pasé, junto a otros dos compañeros, en una entrevista con Emmanuel Urbina, Secretario Ejecutivo de la Asociación de Educación Popular "Carlos Fonseca Amador" (AEPCFA). Su exposición sobre el tema de la Cruzada Nacional de Alfabetización fue realmente interesante.

Llegada la noche nicaragüense (pues muchos de ustedes en España a las seis de la tarde están con la merendilla), pudimos asistir a "La Gritería" una fiesta en honor a la Inmaculada Concepción, se trata de una fiesta realmente importante en la cultura popular nicaragüense y por tanto muy celebrada por todo el pueblo nica. 
El pueblo nicaragüense es profundamente religioso, la fiesta en honor a la virgen se lleva a cabo durante diez días, culminando la noche del siete de diciembre con el ritual de "La Gritería", que consiste en ir cantando por cada uno de los altares que hay en diferentes casas de la localidad. Es una fiesta donde se pone en evidencia el prestigio social de muchos vecinos pues los "más pudientes" (de los cuales muchos llevan ahorrando todo el año o incluso llegan a embargarse en busca de reconocimiento social) colocan un altar en honor a la Inmaculada en sus casas y reciben a los vecinos del pueblo que, en grupos y ordenadamente, van entrando para llevar a cabo diferentes cantos a la virgen mientras los anfitriones de las casas les van entregando diferentes presentes (fruta, caña de azúcar, nacatamales...); el repertorio acaba con el grito: ¿quién causa tanta alegría?, a lo que el pueblo responde: la concepción de María. Dentro de ser una fiesta muy religiosa, me pareció interesante pues pude conocer un aspecto más de la cultura nicaragüense. Pude comprobar de nuevo la solidaridad que caracteriza al pueblo nicaragüense.

Día de la Mujer

Comenzamos la tercera semana visitando la Asociación de Mujeres Nicaragüenes Luisa Amanda Espinoza (AMNLAE), una asociación que trabaja con y por las mujeres. El lema de la asociación, vinculado estrechamente al Frente Sandinista indica: "No hay revolución sin emancipación de la mujer: no hay emancipación sin revolución". para ello llevan a cabo diferentes proyectos y programas dirigidos a la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Allí volvimos a ver a Carmen y a Sara, las dos chicas extremeñas que trabajan en esta asociación a través del Programa de Jóvenes Cooperantes de la Junta de Extremadura.
Después pasamos a visitar la Cancillería de la Mujer y la Infancia, parte del Cuerpo Nacional de Policía. Esta comisaría trata de manera directa todos aquellos casos en los que hay un maltrato físico, sexual o psicológico hacia la mujer o la infancia. Se nos mostró una presentación sobre el funcionamiento de la cancillería pero, no se si era el cansancio, la entonación que caracteriza a muchos nicaragüenses o porque simplemente fue una presentación aburrida, me costó bastante mantener los ojos abiertos.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Fin de Semana y ecuador del viaje.

La mañana del viernes 3 de diciembre nos dirigimos a la ciudad de Masaya, capital del folklore y ciudad más festiva de Nicaragua; sus fiestas patronales llegan a durar tres meses.

Después de visitar el Museo Héroes y Mártires, dedicado a los caídos en la revolución sandinista, donde pudimos observar atuendos de guerra e incluso cartas escritas a familiares antes de partir a la batalla, nos dirigimos a visitar la escuela-taller de Masaya. Estas escuelas nacen como esfuerzo conjunto entre varios municipios y la cooperación española, con el fin de rescatar el patrimonio cultural de las diferentes municipalidades. En estas escuelas los jóvenes se forman en ebanistería, electricidad, albañilería o forja artística posteriormente pueden vender sus trabajos en ferias artesanas de la ciudad, devolviendo a la escuela una pequeña parte de sus producciones.

Acto seguido fuimos a ver a doña María del Carmen Herrera, vicealcaldesa de Vara y miembro del consejo de ancianos de Membío, un barrio de Masaya, estos consejos, de poder popular se forman para intentar recatar tradiciones costumbres típicas de la comunidad indígena. Las decisiones acordadas se trasladan al alcalde del municipio aunque parece ser que no son del todo tenidos en cuenta pues lleva años sin reunirse personalmente con ellos.


El sábado la diana toca a las seis de la mañana, tras el desayuno continuamos hacia la Federación Agropecuaria de Cooperativas de Mujeres Productoras del Campo de Nicaragua (Femuprocan, R.L.). Su presidenta, Martha Heriberta Valle, nos platica un poquito sobre el sentido de esta iniciativa, que no es otro que el de organizar y capacitar a las mujeres para que produzcan, con el objetivo de fortalecer la visión empresarial de todas las asociadas, productoras de, unas tierras que se creían muertas y que animaban a sus pobladores a emigrar a otros lugares. Posteriormente visitamos algunas parcelas de estas productoras de hortalizas, capaces de hacer producir a la tierra con ayuda de sus manos, a favor del desarrollo natural y en pro del económico. Se sienten un pueblo totalmente desarrollado en cuanto a lo que el desarrollo ambiental se refiere.
Antes de regresar al centro nos pasamos por Ciudad Darío, donde pudimos ver (desde la barrera) su casa, convertida en un museo turístico.

El domingo, para celebrar el ecuador de nuestra estancia en Nicaragua, pudimos pasar un día de "bateo libre" bañándonos en las aguas del pacífico.